Hace unos días se celebró en la
jurisdicción contencioso-administrativa el juicio en el que se
solicitaba la anulación de los acuerdos tomados en el Consejo de Gobierno celebrado el 9 de marzo de 2013, el del sacrificio de los 301.
Según algunos de los
asistentes a la vista, los responsables de la administración upemera, con la Gerente a la cabeza, llegaron a plantear que estos despidos no eran suficientes y que
sería necesaria una rebaja salarial añadida, algo que ya planteamos
aquí como la verdadera estrategia rectoral en aquellos días de la supuesta negociación. Una trampa a ejecutar en un par de años: rebaja salarial voluntaria del 15% por solidaridad y al final despido de los 301 compañeros, tomados como rehenes por el Rector y su guardia pretoriana.
Terminarán convirtiéndonos en odaliscas del serrallo y dándoles las gracias por ello.
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