Se ha demostrado como algo bastante
higiénico, democráticamente hablando, la limitación de mandatos en
los cargos unipersonales (aunque en los demás también estaría muy
bien). En la UPM empezaron muy bravos, siendo muy aplaudidos,
adoptando esta medida que pretendía resolver la lacra de la
perpetuación en el poder rectoral, en las Escuelas y en los
Departamentos, que tan buenos ingenieros echa a perder, al no
poder dedicarse full-time a su verdadera vocación: la docencia y la investigación.
Tan buenos propósitos se iban
diluyendo conforme se acercaba la finalización del segundo mandato,
y los afectados acumulaban síntomas característicos: sudoración, irritabilidad, ansiedad, tensión, pánico y pensamientos del
tipo: “he sacrificado mi carrera y mis mejores años por estos
mamones y así me lo pagan”, como si le hubiesen puesto una pistola
en el pecho para que aceptara el cargo, y otras lindezas de similar
jaez.
Y llegan los Estatutos upemeros de 2010 y no dejan la cosa clara. Ya en las últimas elecciones a Rector, para no remontarnos más allá, hubo un amago por parte del profesor Uceda de volver a presentarse, pero la cosa no pasó a mayores. En plena campaña electoral, uno de los candidatos, el Director de la ETSI Telecomunicación, Guillermo Cisneros, manifestó contundentemente que cumpliría el compromiso de no optar a un tercer mandato. Nada que ver con otro Director de Escuela, que también finalizaba el segundo mandato y que estaba dispuesto a presentarse si no obtenía un sitio al sol en el nuevo equipo rectoral, algo que consiguió.
Pero como una cosa es predicar y otra dar trigo, los "sacrificaos" de turno dicen que tras ocho años su labor no está concluida y quieren seguir. Para ello efectúan a la Presidenta de la Comisión Electoral Central, Mª Pilar García Armada, quien ya demostró un desconocimiento clamoroso de sus funciones y atribuciones en la reclamación por duplicidad de censos efectuada en las recientes elecciones a Rector, una consulta sobre la posibilidad de presentarse a un tercer mandato a la Dirección del Departamento.
Según denuncia uno de los miembros de la citada Comisión, la Presidenta Armada no convocó debidamente al órgano colegiado para tratar el asunto referenciado, y ésta, de acuerdo vía email con algunos miembros de la Comisión, ha comunicado al interesado que considera legítima la presentación de candidatura por tercera vez a la Dirección de Departamento.
La respuesta del Rector Conde a esta historia recuerda a la actuación de cierto individuo conocido como Pilatos hace unos dos mil años, pero tiene como contrapartida fetén la lección administravista a la señora Presidenta de la CEC en el caso de los censos duplicados.
Codetta: El Presidente de la Junta de PDI, Gabriel Dorado, nos ha desmentido rotundamente el rumor publicado en este blog sobre su incorporación al equipo del Rector Conde. Alguno ha murmurado, además, que "ni está ni se le espera".
Coda: El culebrón de ENRESA parece que no tiene visos de concluir. Nombrado el Presidente, Francisco Gil-Ortega, la sorpresa surge cuando nuestro compañero upemero Adolfo Cazorla Montero no ha sido nombrado Consejero-Delegado de la empresa, permaneciendo por el momento como Vocal del Consejo de Administración. Según algunos, este nombramiento no va a producirse. Recordemos que dicho cargo debe crearse y esto no ha ocurrido, aunque sí se ha nombrado un nuevo Vicepresidente, Cayetano López Martínez (Director General CIEMAT), que antes no existía.